Me siento muy emocionada por haber realizado este curso, de 12 clases semanales, en las que pudimos mis alumnos y yo también experimentar el Arbol de la Vida, poco a poco y más profundidad.
El reto es continuar...
El reto es aplicarlo...
Ya sabemos lo que podemos hacer y cómo aplicar el Arbol de la Vida a la cotidianidad, aprendimos y recordamos que la vida del Espíritu no está en otra dimensión, está en la Tierra, acá, cuando preparamos la comida, cuando nos ocupamos de las cosas simples de la vida, cuando cuidamos nuestro cuerpo físico y nos ocupamos de estudiar y seguir creciendo como seres humanos.
Somo eso: seres humanos.
Eso escogimos por ahora... luego, cuando el cielo toca la tierra y la tierra regresa al cielo, ya veremos...
Elisabeth Tepper Kofod
La verdad, vivi cada sefira, la energia que cada una nos invita a reconocer, partes de mi saben el arbol al que pertenecemos y partes de mi aun lo estan incorporando a su vida!! Esta experiencia me llevo a ratificar, que Todo lo que vemos, tocamos, olemos, sentimos, oimos Tiene un Arbol viviente; nuestro reto hacerlo consciente y expontaneo para que nuestras creaciones fluyan como fluye el agua en los manantiales!!
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