Como en los pueblos antiguos las verdades, las leyendas y las leyes eran impartidas de generación a generación, de boca en boca, así la historia y la cultura llega a nosotros a través de la palabra. En ese mismo orden de ideas, la palabra "Kabbalah" viene del hebreo "lekabbel", que quiere decir entregar/recibir. Es tan importante este hecho de entregar y de recibir el legado de nuestros antepasados que la Kabbalah llegó a ser considerada como “La Ley” para el pueblo hebreo y actualmente es reconocido como el estudio místico por excelencia dentro del judaísmo de la relación entre Dios y el hombre.
Se dice que en el principio solo existía Dios y que él deseaba experimentarse a sí mismo y para poderlo hacer necesitaba un contenedor… nosotros, que recibimos su amor e inmensa sabiduría y la multiplicamos, la recibimos y la damos. De esa forma nos convertimos en cocreadores de todo lo que es.
La Kabbalah nos dice que Dios en su inmensa sabiduría crea el universo a través de la palabra. Recordamos la historia bíblica que cuenta que Dios le dice a Adán que le ponga nombre a todas las cosas y a todas las criaturas, pues aquello que no tiene nombre no existe. Y esto no se limita a la Kabbalah, se dice que en el antiguo Egipto aquello que no tiene nombre no se puede destruir porque no existe.
Volviendo a la palabra, ésta es formada por la combinación de las 22 letras del alfabeto hebreo. Incluso encontramos leyendas que describen cómo cada letra del alfabeto hebreo y cada número fueron formando nuestro gran universo.
Cuenta la leyenda que… “cuando Dios estuvo a punto de crear el mundo por medio de la palabra, las veintidós letras del alfabeto descendieron de la grandiosa corona de Dios, en donde estaban grabadas con una pluma de fuego. Se colocaron alrededor de Dios y una tras otra habló y dijo: “¡Crea el mundo a través de mi!”
Bet se paró frente al Más Santo, bendito sea y rogó: “O Dios del universo! Que sea tu voluntad crear el mundo a través de mí, para que todos los moradores del mundo puedan alabar tu creación y digan “Bendito sea el Señor, por siempre, Amén, Amén, Amén.” Dios de una vez complació a Bet y dijo: “Bendito sea el que viene en nombre del Señor” y creó su mundo a través de Bet, y por eso leemos: “Breshit Dios creó el Cielo y la Tierra…”
La única letra que se mantuvo al margen y contuvo sus deseos fue la modesta Alef, y Dios compensó su humildad colocándola de primera…”[i]En cuanto a los números es importante considerar que en hebreo las letras también son números, por lo tanto siempre hacemos referencia a las letras.
Como con muchas otras disciplinas y filosofías antiguas, su historia se pierde en el tiempo, por lo que te invito a explorar diferentes autores de este tema, pues encontrarás múltiples versiones sobre el origen de la Kabbalah. Entre ellas…
Cuenta la leyenda que hace más de 3 mil años Dios en la forma de la Zarza Ardiente le entrega la Kabbalah directamente a Moisés en el Monte Sinaí.
Otra versión nos dice que Dios entrega esas leyes a sus Ángeles, quienes formaron una escuela y la entregaron a su vez a los Humanos para que reconocieran el camino de regreso.
Pero, aún otra historia cuenta que Dios le entrega la Kabbalah a su Arcángel Metatrón, quien a su vez se lo pasó a Noé, y de este pasa a Abraham. Cuando Abraham sale de Egipto, parte de la información se queda allá y es desarrollada por los sabios de la región. Por esto Egipto se convierte en uno de los grandes poderes religiosos y culturales de la antigüedad. Entonces Moisés, quien fue iniciado por los egipcios, completa su aprendizaje en el desierto; se dice incluso que el maná que alimenta al pueblo hebreo durante su marcha por el desierto fue creado por Moisés con los conocimientos que había adquirido a través de la Kabbalah. Él a su vez le entregó esos conocimientos a los sabios del pueblo hebreo y así, de generación a generación... hasta llegar a los reyes David y Salomón.
Pero esto no se para acá, es importante que recordemos también que el Maestro Jesús es descendiente directo de esos grandes reyes y que según los estudiosos de la Kabbalah sus oraciones e invocaciones tienen una profunda connotación Kabalística.
La evidencia más antigua del estudio de la Kabbalah data del s. I, el estudio se realizaba por medio de la contemplación de la Mercaba o carroza de fuego, de acuerdo con la imagen descrita en el 2do Libro de los Reyes sobre el profeta Elías (2:1-14), que según las Escrituras es el único ser que ascendió al cielo en cuerpo. Aun cuando en muchos textos se adjudica el origen formal de la Kabbalah a místicos estudios del Medioevo al sur de España.
El texto judío más antiguo sobre magia y cosmología, el Séfer Yetzirá (Libro de la Formación) apareció cerca del siglo III de nuestra era. En él se explica la creación como un proceso en el que se involucran los 10 números divinos (Sefirot) y las 22 letras del alfabeto hebreo. Sumados, se trata de los 32 senderos de sabiduría que veremos en el Árbol de la Vida.
La Kabbalah es un método simple y preciso que investiga y define la posición del ser humano en el universo. La sabiduría de la Kabbalah nos dice por qué existe el hombre, porqué nace, porqué vive, cuál es el propósito de su vida, de dónde viene y adónde va cuando completa su vida en este mundo.
A través de la Kabbalah, aprendemos acerca del mundo espiritual y podemos establecer contacto con los mundos superiores, de esa forma consolidamos nuestra evolución espiritual. El hombre aprende acerca de sí mismo, quién es y cómo es. Aprende lo que debe hacer ahora para cambiar, etapa por etapa, paso a paso. Enfoca su investigación hacia su propio interior. Toda la experimentación se realiza sobre sí mismo, en sí mismo; y a través de esa experimentación suceden los cambios internos, ocultos a los ojos de los demás, que sólo nosotros percibimos y conocemos. Es por eso que la Kabbalah es conocida como "La Sabiduría Oculta".
La Kabbalah describe los motivos de las acciones como "el deseo de recibir". Este deseo se refiere a recibir diversas clases de placeres, para lo cual cada uno de nosotros está dispuesto a invertir un gran esfuerzo. La cuestión es: ¿cómo alcanzar el máximo placer pagando el mínimo precio? Cada cual intenta responder esa pregunta a su manera. Por eso enfatizamos la importancia de la introspección y la meditación con los diferentes Senderos del Árbol de la Vida y como herramienta adicional y útil los Arcanos del Tarot.
Este deseo de recibir se desarrolla y crece según un orden determinado. Al principio, deseamos el placer de los sentidos. Luego el dinero y el honor. Un deseo aún más cegador nos vuelve sedientos de poder, reconocimiento, amor... Más adelante apuntamos quizás al pico de la pirámide: la espiritualidad...
Se trata de combinar las emociones con el intelecto, equilibrando nuestro ser en todos sus aspectos. Al estudiar y a medida que avanzamos sentimos que se hace más fácil comprender nuestras emociones, nuestros pensamientos. Logramos darle nombre a nuestros sentimientos según su poder, dirección y carácter.
La Kabbalah permite al hombre alcanzar todo aquello de lo que es capaz, como ser pensante y emocional. Al elevar su consciencia espiritual, la Kabbalah nos ayuda a recordar y escoger, momento a momento, Quienes Somos y Quienes Deseamos Ser.
Para quienes deseen profundizar este conocimiento, les recomiendo la bibliografía que se encuentra también en este blog y cualquier curso relacionado, siempre consciente del discernimiento. ¿Cómo sabes que es bueno para ti? Porque lo sientes así.
Una de las herramientas más poderosas que podemos utilizar en este proceso de evolución es el Árbol de la Vida.
[i] Tomado y traducido de “THE OTHER BIBLE” p.16
Próximos eventos:
04 y 05 de julio - SIMBOLOGIA Y SIGNIFICADO DEL TAROT DE RIDER-WAITE (Charoita - La Coruña)
Si deseas participar en el estudio:
Consciencia de Completitud, puedes llamarme al +34 667 84 68 62 o escribir a elitepperk@gmail.com
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Lugar: CHAROITA, C/Entrepeñas, 36 bajo - A Coruña
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