Ahora puedes sentir tu cuerpo, el roce de la tela con tu cuerpo, el peso de cuerpo sobre el sillón...
Poco a poco escuchas el sonido de tu respiración, de como entra el aire y sale suavemente...
Puedes percibir las imágenes mentales que comienzan a llegar a tu mente...
Y tu cuerpo se relaja más y más... mientras tus ojos se cierran ahora o después.
Y así mientras tu cuerpo y tu mente se relajan puedes ir a ese lugar mágico, solo tuyo, en el que todo es como tiene que ser... y percibe todo lo que tienes que percibir de ese sitio. Inhala sus perfumes si hay, escucha los sonidos si hay, observa todo...
En ese lugar puedes invocar la presencia de tus guías y maestros, de los seres de luz que hoy te guiarán a conocer un poco más sobre la intención divina y perfecta de tus proyectos y a reconocer todo lo que sabes al respecto.
Imagina frente a ti tu Árbol de la Vida, el Árbol de la Vida de tu proyecto. Ahora puedes quedarte alli y mirarlo, disfrutarlo, completo... desde Kéter... pasando a Jojmá, Biná, Jésed, Gueburá, Tiferet, Netzaj, Jod, Yesod, Maljut... completo... escuchando los nombres de cada Sefirá y lo que sientes con cada una.
Observa los colores...
Y por un instante imagina en ese espacio vacío que hay una Sefirá... DAAT... DAAT... El conocimiento... los registros... lo que ha hecho posible que hoy estés acá... culminando solo para empezar de nuevo.
Ahora, poco a poco... comienza a tomar consciencia del presente, del aquí y del ahora... a tu ritmo... moviendo tus manos, tus pies, tu cabeza, inhala profundamente y abre tus ojos.Por: Elisabeth Tepper Kofod
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